Nota de prensa

La Fundación Tatiana inaugura un piso histórico en su sede

Nota de prensa

  • Se trata de un piso que conserva las dependencias, mobiliario y decoración de una casa de la nobleza de comienzos del siglo XX.
  • El trabajo de museización ha sido coordinado por expertos de la Asociación de Amigos del
    Museo Nacional de Artes Decorativas, con la colaboración de especialistas en pintura y
    fotografía.
  • Destaca la colección de cuadros de distintas épocas y escuelas pictóricas, de artistas como
    Rodríguez de Solís, Francisco de Goya o Federico de Madrazo.

La Fundación Tatiana, fiel al compromiso de conservar y difundir el patrimonio histórico-artístico heredado de su fundadora, Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, inauguró ayer un piso histórico en el edificio que fue vivienda de la familia después de la Guerra Civil, y donde ella misma pasó los últimos años de su vida.

El trabajo de museización se ha llevado a cabo con el asesoramiento de expertos en diversas artes decorativas, fotografía, etc. El piso está situado en el número 25 del Paseo del General Martínez
Campos y conserva fielmente el estilo de la alta burguesía de principios del pasado siglo. El piso histórico está en la planta principal de este edificio y es resultado del urbanismo madrileño de
la segunda mitad del siglo XIX. Es una muestra de la tendencia de parte de la aristocracia a abandonar los grandes palacios y a establecerse en edificios de pisos, que generalmente pertenecían a un solo
propietario.

El proyecto museístico se ha llevado a cabo con la colaboración de la Asociación de Amigos del Museo Nacional de Artes Decorativas, y ha sido coordinado por Victoria Ramírez Ruiz, Abraham Rubio Celada y María Dolores Vila Tejero. Distintos expertos han colaborado también en la catalogación de la colección pictórica y fotográfica.

Las características del inmueble hacen que el piso histórico sólo podrá visitarse en días determinados, en grupos reducidos y previa solicitud. Para facilitar su conocimiento se ha desarrollado una visita
virtual 360º en la página web de la Fundación.

PATRIMONIO HISTÓRICO-ARTÍSTICO
Mandado construir en 1931 por el abuelo de Tatiana, Ildefonso Pérez de Guzmán el Bueno y Gordon, Conde de Torre Arias y Grande de España, el edificio de Martínez Campos 25 fue diseñado por el
arquitecto César Cort Botí.
Las distintas estancias del piso y el mobiliario, muy bien conservado, muestran también las peculiaridades de la época. El recorrido circular transcurre a través de un largo pasillo que conecta
todas las habitaciones, cuya función está estrictamente delimitada, según sus distintos usos.

Esta distribución de espacios remarca un distinto uso social para cada uno. Algunas habitaciones sirven como ámbito de sociabilidad con familiares y visitas, como el salón de recibir, o el salón de confianza, donde se pasaba gran parte de la jornada. Mientras que las salas más distanciadas de la entrada alojan las habitaciones privadas de la familia, como los dormitorios (masculino, femenino e infantil), cuartos de baño, el ropero, despachos, biblioteca o capilla, entre otros.

Estas estancias estaban a su vez separadas de la zona dedicada al servicio, que contaba con un acceso independiente. La cocina es el espacio más representativo de esta zona. Lo más destacable son los dos fogones y los hornos, complementados con leñera y carbonera. Otros elementos singulares son el fregadero, la fresquera y mesas auxiliares de cinc, así como un tajo y un soporte específico de madera para un gran mortero de mármol.
También pueden contemplarse tres modalidades de baterías de cocina que se consolidaron en esa época. El comedor de servicio servía como punto de reunión del personal de servicio, que
normalmente estaba compuesto por cocinera, pinche, cuerpo de casa, doncellas y chófer. Lo más singular de esta estancia es el aparato receptor de llamadas al servicio desde las habitaciones
principales. También en el pasillo junto a este espacio se encuentra un teléfono de baquelita de la época, que distribuía las llamadas entre las habitaciones y al exterior.
Llama la atención una pequeña enfermería, con mobiliario muy sobrio y de fácil limpieza. Una estancia que refleja las medidas relacionadas con la salud e higiene que, desde finales del siglo XIX,
experimentaron un cambio sustancial debido a los avances científicos.

En definitiva, un interesante paseo por un ambiente al que nos han acercado en los últimos años diversas películas y series, tanto británicas como españolas. La cuidadosa museización, con detalles
como unas gafas de la época sobre la mesa, los juegos de mesa desplegados y el material de tocador listo para su uso, hace que el visitante recibe la impresión de que acaban de salir de cada estancia sus
moradores.