Memoria de Actividades 2022

CARTA DEL PRESIDENTE

En 2012, Doña Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno constituyó la Fundación que lleva su nombre. Hemos celebrado este décimo aniversario haciendo balance, pero sobre todo mirando al futuro. Por eso, hemos acometido un importante trabajo de reflexión sobre lo que somos, de análisis de lo que hacemos y de renovación de cómo proponemos nuestra misión a la sociedad.

El resultado está a la vista de todos, desde nuestra marca hasta nuestra imagen institucional. Pero sólo es el reflejo de la trascendencia de una decisión fundacional, que nos fortalece en nuestras raíces y nos permite crecer en el servicio a la sociedad.

Como se desprende de las páginas de esta Memoria, es mucho lo que se ha hecho ya, tanto en el campo de la Neurociencia como en el de la formación cívica de los jóvenes, y la conservación y difusión de nuestro patrimonio histórico. Pero nuestro objetivo no es ser importantes, sino hacer cosas importantes. Y no hay nada más importante que cambiar la vida de una sola persona, especialmente si es joven. Nunca sabremos el destino que se esconde en la potencia de una vida que comienza a abrirse paso.

La decisión de Doña Tatiana ha tenido ya, en estos primeros diez años que conmemoramos, un impacto trascendente en la vida de miles de personas, especialmente jóvenes, que han cursado nuestros programas y han desarrollado su investigación científica con nuestras becas. Nuestra propuesta para todos es no conformarse con lo dado, sino fundar la propia vida sobre la responsabilidad de tratar siempre de mejorarlo, para toda la sociedad.

Este impacto de la Fundación es posible también gracias a la gestión patrimonial que hemos realizado. En estos años, hemos construido una Clínica, un Campus Universitario, una Residencia, Viviendas de Protección Oficial, entre otras iniciativas. Todos estos proyectos han creado más de 1.400 puestos de trabajo directos y, actualmente, están beneficiando indirectamente a miles de pacientes, mayores dependientes, familias y jóvenes.

Lógicamente, todo esto no lo hubiéramos podido hacer nosotros solos. En el camino que comenzamos hace diez años hemos contado con valiosos compañeros de viaje, tanto personas como instituciones.

Quiero aprovechar estas líneas para agradecerles a todos que hayamos llegado juntos hasta aquí. Hemos llegado muy lejos. Quizá más de lo que alguno había imaginado. Pero os pedimos a todos que nos ayudéis a no conformarnos con lo logrado, a que sigamos soñando.

El impacto trascendente de la decisión fundacional de Doña Tatiana, está destinado a propagarse como una onda expansiva a lo largo del tiempo.

Tenemos la responsabilidad de que su legado, procedente de una Historia de varios siglos, fructifique a lo largo de las próximas generaciones de españoles.

Teodoro Sánchez-Ávila Sánchez-Migallón
Presidente