NUESTRA FUNDADORA

Generosidad y sencillez

TATIANA PÉREZ DE GUZMÁN EL BUENO Y SEEBACHER

Tatiana Pérez de Guzman el Bueno

Una decisión trascendente.
Una mujer que hizo historia.

Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno y Seebacher fue Condesa de Torre Arias con Grandeza de España, Marquesa de Santa Marta y Marquesa de la Torre de Esteban Hambrán. Junto con su marido, Julio Peláez Avendaño, decidió constituir una Fundación para que heredara su patrimonio y lo gestionara en beneficio de la sociedad.

Vivió toda su vida con discreción y austeridad junto a su marido, Julio Peláez Avendaño, quien fue también su principal colaborador en la gestión de su patrimonio.

Amaba profundamente a España y se sentía responsable de conservar y transmitir su patrimonio histórico y natural. Compartió con su marido, físico, el interés por la Ciencia y la preocupación por la formación cívica de los jóvenes.

Hoy, gracias a ella, su Fundación beneficia a miles de jóvenes y científicos españoles.

BIOGRAFÍA

Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno y Seebacher, nació en San Sebastián el 26 de octubre de 1923 y residió en Madrid hasta su fallecimiento el 1 de octubre de 2012.

Tatiana procedía de una familia de antiguas raíces en la Historia de España, cuyos orígenes se remontan al siglo XIII. La rama familiar procedente de los Golfines de Cáceres y la de los Pérez de Guzmán el Bueno de Córdoba, se unieron en el siglo XIX, estableciéndose en la capital de España.

Tras una infancia y juventud vividas en su entorno familiar de la madrileña calle del General Martínez Campos, en 1949 se casó con Julio Peláez Avendaño, físico de profesión, quien le transmitió el amor a la ciencia y a la investigación.

En 1953, el matrimonio se instaló en la madrileña Quinta de Torre Arias, donde desarrollaron su amor por la naturaleza. Tras el fallecimiento de su padre en 1977, Tatiana pasó a ser la VIII Condesa de Torre Arias con Grandeza de España, XI Marquesa de Santa Marta y XI Marquesa de la Torre de Esteban Hambrán.

Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno se caracterizó por su preocupación por conservar su legado para las futuras generaciones. Por eso, decidió constituir una fundación que, tras su muerte, conservara unido el patrimonio familiar y lo hiciera rendir en beneficio de toda la sociedad.

Tras el fallecimiento de su esposo en 2003, Tatiana constituyó la Fundación, siendo su primera presidenta.